
Civilización que es conocida como la “cuna de la historia y de la civilización occidental”, pues en ella se desarrollaron las primeras ciudades y se inventaron las primeras formas de escritura (hace unos 3.500 años a. c.).
No obstante, para que el hombre diera este gran paso, se conjugaron una serie de circunstancias, siendo las principales: las condiciones climáticas favorables y el desarrollo de la agricultura, pues permitieron que el hombre disfrutara de ciertos períodos de ocio, en los cuales, junto a los miembros de su comunidad, aprovechó de desarrollar su capacidad creativa, sus naturales deseos de perfeccionarse y alcanzar un mayor nivel.
A partir de entonces, surgieron pequeños poblados con sus tierras cultivables y pequeños rebaños. Donde el hombre se habituó a vivir en un sitio fijo, se dispuso a construir casas más sólidas, a levantar monumentos que perpetuaban sus ideas religiosas o los hechos trascendentes que habían ocurrido.
Todo lo cual, definitivamente lo llevó a crear una sociedad política, económica y religiosamente más compleja (formaron ciudades, se organizaron en torno a un poder central fuerte, adoraron a sus propios dioses, tuvieron un ejército permanente y desarrollaron un activo comercio con otras ciudades y pueblos).
Características físicas de Mesopotamia: estas primeras civilizaciones surgieron en territorios montañosos, próximos a ríos, donde la tierra era muy fértil, por lo que proporcionaba numerosos frutos silvestres y una abundancia de animales salvajes.

- Orígenes del pueblo sumerio y acadio: los sumerios aparecen íntimamente relacionados con el pueblo que habitó en el valle del Indo y en los montes Zagros, donde se desarrolló la cultura de Jarmo. Según esta teoría, pertenecerían al mismo tronco genético del pueblo hindú, pero no se descarta que también se encontraran emparentados con el pueblo que habitó el valle del Nilo y que originó la civilización egipcia.
Sin embargo, los sumerios no fueron los únicos habitantes de la Mesopotamia, pues ubicados un poco más al norte se encontraban los acadios, pastores belicosos de origen semita (judío), que luego de desarrollar una vida nómada, se establecieron en ciudades, la principal de ellas: Akkad o Acad (de allí su nombre).
Los habitantes de la Mesopotamia se caracterizaron por ser los primeros en clasificar las jerarquías sociales y en desarrollar los conceptos de obras públicas y obras privadas.
Además, se dedicaban a la agricultura y en menor medida al pastoreo, intercambiaban productos, trabajaban el cobre y hacían herramientas de este metal; y por último, fueron los primeros en desarrollar una escritura propia.
La organización política tenía como base la ciudad- estado, cuyas fronteras, generalmente muy imprecisas, correspondían al área de campos en torno de la ciudad que eran cultivados o utilizados para el pastoreo. Esta imprecisión territorial, producía constantes enfrentamientos en las zonas donde la esfera de influencia de las ciudades vecinas era poderosa.
El sistema de gobierno era teocrático (el poder estaba en manos del sacerdocio), encabezado por reyes- sacerdotes cuyo poder les era conferido directamente por los dioses.
De ahí también, que las guerras entre las ciudades- estado tuvieran un carácter de guerra de dioses, en las cuales, mientras los vencidos eran llevados como esclavos de los vencedores, también los dioses de la ciudad vencida eran llevados en cautiverio por los victoriosos.
Importancia de Sumeria:
Como acabo de mencionar en la introducción, en Súmer, hacia el año 5.000 a. c., se fundaron las primeras ciudades que la humanidad ha conocido, por lo que se le ha denominado como “la cuna de la civilización”. Estas ciudades fueron levantadas entre los ríos Tigres y Éufrates, en el sur de Mesopotamia (Irak), en Asia Occidental, por agricultores que, realizaron una serie de redes de regadío para los campos que cultivaban.
Algunas de estas ciudades se convirtieron en ciudades-Estado que, controlaron los territorios circundantes y que contenían templos cuyos sacerdotes eran tan poderosos que actuaban como gobernantes (poder teocrático, es decir, gobierno en que el poder supremo está en manos del sacerdocio).
Cada ciudad estaba situada junto a un río o conectada con uno por un canal. (Un aspecto curioso de estas ciudades era que se colocaban ladrillos cónicos en las paredes para registrar la fundación de un edificio).
A menudo, luchaban por derechos de agua y de tierra (en el sur, Ur - la principal de estas ciudades - y Lagash se aliaron con frecuencia para luchar contra Umma).
Las ciudades sufrían ataques constantes de los pueblos de las montañas locales y de los nómadas del desierto Arábigo.
Los sumerios, además de dedicarse a las tareas agrícolas (cultivo de trigo y cebada), se ocuparon de la domesticación de animales como: cerdos, bueyes y ovejas. Intercambiaban la comida sobrante por metales, herramientas y barcos con pueblos tan alejados como los actuales Afganistán y Pakistán (en el este de Asia).
Pero por sobre todo, Súmer destaca por ser el lugar de origen de la escritura.
Su forma de escritura, bastante rudimentaria por lo demás, consistía en tallar con unas plumas de junco imágenes que representaban palabras o sonidos sobre unas tablillas de arcilla.
Las plumas producían incisiones en forma de cuñas, por lo que la escritura se llamó cuneiforme. A
l cabo de un tiempo, se dibujaron imágenes al lado. Se escribían en una línea recta, en lugar de una columna, y se leían de izquierda a derecha. (La escritura cuneiforme era compleja, y sólo la conocían escribas especialmente formados para ello).
