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"Sólo sé que nada sé... y ni de eso estoy seguro". El viaje por el camino del conocimiento, es un trayecto largo, infinito, inalcanzable para el hombre común... tal vez un dios lo podría alcanzar, pero yo soy agnóstico. La aventura del conocimiento existe, pero no tiene fin, cada etapa terminada, implica un renacer, un nuevo comienzo...

22 de septiembre de 2008

Documento. Conflictos bélicos y cambios territoriales.

a) La guerra contra España (1865-1866).

Causa: la solidaridad americana de Chile al apoyar a Perú tras la ocupación militar de España de las islas Chincha.

Desarrollo.

- Chile le declara la guerra a España al calificar el carbón contrabando de guerra (eso significaba que Chile no le vendería carbón a los barcos españoles).

- España envía la goleta Covadonga, pero esta es capturada por la Esmeralda en Papudo.

- España solicita la devolución de la Covadonga, pero Chile se niega.

- En marzo de 1866 la flota española bombardea el puerto de Valparaíso y se retira de Chile.

b) La Guerra del Pacífico (1879-1883). Antecedentes y Consecuencias territoriales.

Cuando se estableció en 1559 la Real Audiencia de Charcas (que ocupaba el territorio de Bolivia) ésta tuvo un ámbito territorial exclusivamente mediterráneo (sin salida al mar).

Asimismo, la Recopilación de Leyes de Indias de 1680 había establecido claramente que la Audiencia de Lima ejercería la jurisdicción entre la costa bajo peruana (actual Perú) y el Reino de Chile, quedando en el medio de estos dos territorios el distrito mediterráneo de Charcas, cuya única salida al mar sería el puerto peruano de Arica.

Posteriormente, en 1793, cuando se elaboró el mapa oficial de Chile en el Perú por el cosmógrafo Andrei Baleado, se consagró el límite norte con bastante precisión en el río Loa, en los 21º y medio de latitud sur.

Hacia 1810, momento en el que se esgrimió la doctrina Utipossideris (el que poseía que siga poseyendo) no se interponía ninguna jurisdicción entre Chile y Perú.

En 1825 los territorios de la antigua audiencia de Charcas van a proclamar su independencia, naciendo la República de Bolivia, y cuyos primeros mandatarios van a intentar sin éxito obtener del Perú el uso del puerto de Arica.

En 1829, cuando el presidente boliviano, general Andrés de Santa Cruz, ordena la ocupación del puerto de Cobija ubicado más al sur de Arica.

Chile sumido en una etapa de desorganización, no va a impugnar o reclamar esta ocupación que violaba el Utipossi Destilute de 1810 (el derecho de seguir poseyendo), puesto que entre las décadas del 20`y del 30`el desierto de Atacama no atraerá la atención de nuestros mandatarios y su inmensa riqueza minera no va a ser explotado.

Todo esto va a cambiar cuando nuestras autoridades comienzan a preocuparse de los territorios del norte como consecuencia de la explotación del huano.

En esta labor, Bulnes en 1942, dictó una ley que decretó como propiedad nacional las guaneras al sur de Mejillones, situadas en el 23º de latitud sur.

Sin embargo, un año más tarde, Bolivia va a reclamar la pertenencia territorial hasta el paralelo 25º de latitud sur.

Con esta reclamación van a comenzar una serie de opiniones, contra argumentaciones, y en fin, de una guerrilla de discusiones que van a agrietar las relaciones chileno-bolivianas, las que recién tienden a desaparecer en 1866, al firmarse un tratado que fijaba en el paralelo 24º el límite entre ambas naciones, dejando una zona de explotación conjunta entre los paralelos 23º y 25º, en los cuales, Chile y Bolivia se repartían por partes iguales los impuestos a la exportación de huano y otros minerales.

En 1866, José Santos Ossa va a descubrir salitre en el salar del Carmen, y en 1870 se va a descubrir plata en el mineral de Caracoles, cuestiones que van a motivar la instalación masiva de industriales y peones chilenos en territorio boliviano, superando largamente a los contingentes de esa nacionalidad, puesto que ya sea en Tocopilla, Cobija, Antofagasta y Caracoles los mapochinos eran mayoría; despertando fuertes recelos entre las autoridades y el pueblo boliviano sobre las verdaderas intenciones chilenas.

En 1873, Bolivia y el Perú van a firmar un tratado secreto de agresión contra Chile, pacto que se relacionará con la envidia de estas naciones del progreso material de Chile, sobre todo, en lo comercial, gracias a las exportaciones de huano y salitre como fertilizantes.

En 1874, Chile y Bolivia van a firmar un nuevo tratado de límites en el cual Chile va a renunciar a sus derechos territoriales sobre las zonas situadas al norte del paralelo 24º, pero se comprometerían, por su parte, las autoridades bolivianas a no agravar con nuevos impuestos a los industriales chilenos establecidos en esos territorios por 25 años.

Precisamente, vinculado directamente a este último punto va a detonarse la Guerra del Pacífico, puesto que el presidente boliviano Hilarión Daza, decidió en 1879, subir en 10 centavos el impuesto por quintal de salitre exportado, medida que afectó directamente a los comerciantes chilenos, y que en consecuencia, vulneraba el tratado de 1874.

Ante esta situación, Chile va a protestar, sin embargo, el puerto de Antofagasta igualmente va a exigir la cancelación irrevocable del nuevo impuesto a la Compañía de Salitre de Antofagasta, de capitales chilenos, amenazando con el remate de las instalaciones.

Ante esto, chile suspende las relaciones bilaterales, e impugnará el tratado de 1874, y militarmente procederá a ejercer la devolución de los territorios cedidos en aquel tratado. Hecho que es respondido por Perú y Bolivia (eran aliados) con la declaración de guerra a Chile.

En las acciones de guerra, Chile va a derrotar a las fuerzas Peruano-bolivianas; después de Angamos Perú quedó sin poder Naval y los combates se trasladaron a tierra, en donde las fuerzas militares chilenas ocuparon el territorio de Antofagasta por el sur y Lima, en el corazón de Perú, por el norte.

Terminada la guerra, en octubre de 1883 se va a firmar el tratado de Ancón en virtud del cual, Perú va a ceder a Chile perpetua e incondicionalmente la provincia de Tarapacá, y por diez años la provincia de Tacna y Arica, situación que recién es resuelta en 1929, oportunidad en la cual, luego de un plebiscito, Tacna queda para el Perú y Arica para Chile.

Respecto a Bolivia, en abril de 1884, se va a firmar un tratado de tregua, en el que se estableció que la soberanía chilena comprendía todos los territorios situados entre el paralelo 23º y la desembocadura del río Loa (21º y medio de latitud sur), con lo cual se cedía completamente a Chile la provincia de Antofagasta.

El tratado de paz definitivo se va a firmar en octubre de 1904, cuando se ratificó la cesión a perpetuidad de la provincia de Antofagasta, y el compromiso de Chile a construir un ferrocarril de Arica a La Paz para facilitar el comercio boliviano al quedarse sin puertos.

· Consecuencias de la Guerra del Pacífico:

1) Chile amplió su territorio con la anexión de las actuales regiones de Tarapacá y de Antofagasta.

2) El país quedó convertido en una potencia militar de primer orden en América Latina.

3) La posesión del salitre significó disponer de una riqueza extraordinaria.

4) El Fisco chileno aumentó sus entradas y creció la fortuna de los círculos mineros, comerciales y bancarios.

5) La población proletaria de los distritos del norte aumentó y adquirió mayor importancia.

6) Se acentuó la importancia del capital inglés, representado especialmente por John Thomas North, conocido como “el rey del salitre”.

c) El problema de límites con la Argentina.

Durante el transcurso de la Guerra del Pacífico, Argentina apremió a Chile para resolver la cuestión de límites.

Los estadistas argentinos veían acertadamente en la Patagonia “una reserva del porvenir”, y se oponían a toda solución que tuviese por base el arbitraje.

En Chile, en cambio, primaba la idea de que la Patagonia era de escaso valor. De otro lado, no existía el menor vínculo con aquella región ni posibilidades reales de incorporarla a la vida nacional. Finalmente, el país estaba orientado hacia el norte, y veía allí, en vez de la Patagonia, una alternativa prioritaria.

Antes de terminar la guerra con Perú y Bolivia, y en medio de una situación amenazante se firmó el Tratado de Límites del 28 de julio de 1881, en el cual renunció Chile a sus derechos históricos sobre la Patagonia.

El tratado estipuló lo siguiente:

1- La línea fronteriza correría por las cumbres más elevadas de la Cordillera de Los Andes que dividan las aguas, y pasará por entre las vertientes que se desprendan a un lado y otro.

2- A Chile le corresponderá una faja de territorio al norte del estrecho de Magallanes.

3- La Tierra del Fuego se dividirá por una línea recta, desde el Cabo de Espíritu Santo hasta el Canal Beagle. La región occidental será chilena y la oriental argentina. Todas las islas situadas entre el Canal y el Cabo de Hornos pertenecerán a Chile.

4- El estrecho de Magallanes será neutral y abierto al tráfico de todas las banderas.

5- Se recurrirá a una “potencia amiga” para resolver cualquier discrepancia que pudiere surgir entre ambos países, sea por motivo de este tratado, o por cualquier causa. (Un protocolo suscrito en 1896, consagró que el árbitro sería su majestad británica).

d) La incorporación de la Araucanía: pacificación y reducciones.

Desde los tiempos de la conquista española, los territorios comprendidos entre los ríos Biobío y Toltén fueron tradicional hábitat de los mapuches.

Allí, los aborígenes expresaron su cultura y cuidaron de sus costumbres para que no fueran presa de la influencia española, y por ello, por más de tres siglos lidiaron en la llamada “Guerra de Arauco”.

Sin duda, grandes diferencias culturales separaban y separan aún hoy, a los mapuches de los chilenos o huincas (extranjeros);

1º desde un punto de vista social su organización y estructura difieren de lo que es la familia al estilo español al igual que en otras instituciones sociales;

2º desde el punto de vista económico no concebían la propiedad privada, la competencia ni el mercado.

3º Políticamente, no presentan existencia de grupos organizados o partidos, ni disputan el poder.

En suma, todavía viven en comunidades que corresponden a sociedades patriarcales que practican una economía de subsistencia en que la tierra es fundamental para una agricultura y ganadería pobres. (En caso de agotamiento de la tierra se practicaba una fórmula que era parte de su estilo de vida: el grupo la abandonaba y se establecía en otro lugar).

Sin embargo, cuando se formó el Estado nacional chileno, éste reclamó para sí la soberanía de lo que consideraba su territorio.

Este fenómeno político, que tiende a hacerse expansivo y a imponerse en todo el territorio, va estrechamente ligado al auge de la agricultura que demandaba cada vez más tierras.

Estos dos procesos contemporáneos entre sí, explican el creciente interés del Estado y de algunos particulares por terminar la Guerra de Arauco, dando paso a una colonización espontánea al sur del Biobío ya a fines de la época colonial.

A mediados del siglo XIX, las presiones por ocupar la Araucanía y apurar la colonización fueron en aumento a razón de la necesidad de tierras para hacerlas producir para el mercado.

El mayor impulso para terminar la situación provino del Estado, poseedor de la fuerza, que entre las décadas de 1850 y 1880 hizo los esfuerzos necesarios y suficientes para cumplir simultáneamente sus dos objetivos: imponer la ley del Estado e incorporar las tierras de la Araucanía.

Bajo el gobierno de Manuel Montt (1851-1861), se hizo el primer intento estatal de reclamar sus derechos al crear en 1852 la provincia de Arauco, que abarcaba entre el río Biobío y el límite norte de la provincia de Valdivia.

Al año siguiente, se dictó una serie de normas para organizar la administración, para resguardar la propiedad indígena, para delimitar las tierras fiscales y para regular la propiedad de los intereses en colonizar.

Todo ello, sin embargo, no logró impedir los abusos, que con variado tipo de argumentaciones, permitieron el traspaso de muchas tierras indígenas reconocidas como tales por la ley a poder de particulares.

Hacia 1858, el coronel Cornelio Saavedra, encargado del plan oficial de ocupación de la Araucanía, calculó en unas 14.000 las personas establecidas espontáneamente al sur del Biobío, al margen de dicho plan.

Los planes oficiales de ocupación, puestos en aplicación a partir de 1861, se encontraron con un grave obstáculo producido por la referida “ocupación espontánea”, pues era posible la existencia de disputas entre los ya establecidos y los nuevos colonizadores.

(El avance previo a los planes oficiales había logrado establecerse en Santa Bárbara, San Carlos, Negrete y Nacimiento. Por su parte, la acción oficial levantó en 1862 los fuertes de Lebu, Angol y Mulchén).

Hacia 1867, el avance oficial había logrado establece fuertes en la línea del río Malleco.

No obstante, en 1868 los enfrentamientos entre las fuerzas militares y los sublevados indígenas aconsejaron retirar a los colonos ubicados al sur de Biobío y proceder a la fundación de Cañete y Purén.

En 1871, se había vuelto a avanzar sobre el Malleco en dos puntos vitales: Angol y Collipulli, que eran resguardados por unos 2 mil 500 hombres y que estaban comunicados entre sí a través de telégrafos.

Ese año, Saavedra fue reemplazado por Basilio Urrutia, quien avanzó la frontera hasta Traiguén donde fundó un fuerte con ese nombre en 1878.

Aunque la inestabilidad era la constante en los territorios ocupados, al amparo de las fuerzas militares fue posible desarrollar diversas actividades económicas como la agricultura, la ganadería, los aserraderos y los molinos.

Tanto estas actividades como la presencia colonizadora estaban estrechamente ligadas a la existencia de fortificaciones.

Superando las difíciles circunstancias para el asentamiento, se logró impulsar el intercambio comercial entre mapuches y colonos e, incluso, se impuso la siembra de trigo a gran escala.

Hubo en esta época, tres sectores de colonización que fueron centro de atracción de ciertas áreas.

En torno al Malleco se ubicaron colonos procedentes de Parral, San Carlos, Los Ángeles y Nacimiento.

Al sector de Lebu y Cañete llegaron colonos procedentes de Tomé, Concepción, Lota y Arauco.

Habitantes de Valdivia se establecieron en Toltén y Queule, en la parte sur de la Araucanía.

Dentro de los planes oficiales de la colonización, la autoridad trató de organizar el proceso ofreciendo suficientes medios de atracción: venta directa de tierras fiscales, realizada entre los años 1866 y 1873, remate de grandes extensiones de tierras fiscales a partir de 1873, concesión de permisos para incorporar colonos de origen extranjero, que tuvieron cierto éxito a comienzos del siglo XX.

Ninguna de estas posibilidades dio buenos resultados, principalmente por los vicios en los procedimientos. Entre otros, los pequeños propietarios al desprenderse de sus posesiones, dieron origen a grandes concentraciones de tierras en poder de unos pocos propietarios.

A raíz del conflicto armado que Chile tenía con Bolivia y Perú, el grueso de las tropas que había realizado la ocupación fue retirada, reemplazándola por gente inexperta de los pueblos fronterizos.

Ello dio origen a la acción de la rebelión de los indígenas a partir de mediados de 1880.

En 1881 la rebelión se generalizó, afectando seriamente la estabilidad de la colonización al intentar asaltar Traiguén y los fuertes próximos al río Malleco.

La respuesta represiva de las fuerzas militares a cargo del general Urrutia no se hizo esperar, y en 1882 fueron fundados los últimos fuertes en Carahue y Nueva Imperial, con los que se aseguró definitivamente el sometimiento y pacificación de la Araucanía en 1883.

(Ese año los aillarehues mapuches, o sea la reunión de todas las tribus, pactaron con el Estado de Chile lo siguiente:

1- Que los mapuches aceptaban el gobierno de Chile.

2- Que se convertían en aliados de Chile.

3- Que sus propiedades serían respetadas.

4- Que el Estado chileno cuidaría de la educación de los indígenas.

5- Que los indígenas tendrían en adelante los mismos derechos que cualquier chileno.).

Desde el punto de vista social, el proceso de colonización se realizó fundamentalmente con nacionales (aunque no se abandonó la posibilidad de traer extranjeros).

Para estos últimos efectos, se confirió en 1872 a la Sociedad Nacional de Agricultura, la facultad de hacer las veces de oficina general de inmigración (en 1874 se creó el cargo oficial de Inspector de colonización).

Recién en 1883, pudieron llegar los primeros colonos extranjeros, alcanzando una cifra próxima a las 10.000 personas en 1890.

Los colonos eran principalmente de origen suizo, español, inglés, francés y alemán.

Muchos de los colonos no tenían experiencia en el trabajo agrícola por lo que hacia 1895 alrededor de la mitad de ellos se dedicaba a otras labores.

En las áreas de Lonquimay y Villarrica se intentó colonizar con chilenos repatriados desde la Argentina debido a la posibilidad de enfrentamiento bélico entre ese país y el nuestro.

A comienzos del siglo XX, se dio un nuevo impulso a la traída de extranjeros, pero de una manera discontinua.

Se formó la Sociedad Colonizadora Nueva Italia, que trajo colonos de ese país y los instaló cerca de Lumaco.

Además, se trajo a familias boers desde Sudáfrica que se establecieron en Gorbea.

- Balance del proceso.

Como balance del proceso de ocupación y colonización de la Araucanía se pueden mencionar una serie de profundos cambios.

Desde el punto de vista socio-cultural los mapuches fueron ubicados en reducciones, de acuerdo a las normas legales de 1866 y 1883.

Las de esta última, regularon la entrega de títulos de propiedad o “merced de tierras”, concedidos a una comunidad completa.

El año 1929, en que terminó de aplicarse el sistema de reducciones, se había otorgado alrededor de 3 mil de esos títulos que comprendían una superficie aproximada de 500.000 hectáreas, no siempre las de mejor calidad.

Por otro lado, el resto de las tierras no sometidas al régimen de reducción fue ocupado por chilenos y extranjeros.

Otro gran cambio es el producido en el paisaje, que fue humanizado a fuerza de hacha y fuego para destinarlo a fines agrícolas y ganaderos.

También es propio de este proceso la concentración de grandes extensiones de tierra, normalmente en poder de los descendientes de los colonos extranjeros, que significaron continuas presiones sobre las mejores tierras de las comunidades indígenas.

Por último, jurídicamente las nuevas tierras quedaron bajo la potestad de las leyes del Estado de Chile.

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Recursos y materiales didácticos para 1º medio.

UNIDAD I: ENTORNO NATURAL Y COMUNIDAD REGIONAL

Contenido Nº1: Características naturales de la región.
Contenido Nº2: Caracteristicas demográficas de la región.
Contenido Nº3: Comunidad Regional.

UNIDAD II: TERRITORIO REGIONAL Y NACIONAL

Contenido Nº1: Sistema urbano- rural.
Contenido Nº2: Territorio regional.
Contenido Nº3: Territorio Nacional y Geografia Económica de Chile.

UNIDAD III: ORGANIZACION POLITICA

Contenido Nº1: Derechos de las personas y Constitución Política de la República de Chile.
Contenido Nº2: Participacion politica.
Contenido Nº3: Organizacion del Estado y poderes publicos.

UNIDAD IV. ORGANIZACION ECONOMICA

Contenido Nº1: El funcionamiento de los sistemas económicos: conceptos y problemas.
Contenido Nº2: La Coordinación Económica.
Contenido Nº3: Trabajo y legislacion laboral en Chile.

* Fuente http://www.odisea.ucv.cl

Recursos y materiales didácticos para 2º medio.

UNIDAD I. CONOCIENDO LA HISTORIA DE CHILE

Contenido n° 1. Importancia del conocimiento de la Historia de Chile.
Contenido n° 2. Visión global de los periodos de la Historia de Chile.
Contenido n° 3. Vinculación de la Historia de Chile con la Historia de América Latina.

UNIDAD II. CONSTRUCCION DE UNA IDENTIDAD MESTIZA.

Contenido n° 1. América precolombina.
Contenido n° 2. La conquista española.
Contenido n° 3. Relaciones entre españoles e indigenas: trabajo obligatorio, mestizaje, evangelizacion, sincretismo cultural y resistencia mapuche.
Contenido n° 4. El legado español nos inserta en occidente: la herencia cultural de España.

UNIDAD III. LA CREACION DE UNA NACION.

Contenido n° 1. La independencia americana.
Contenido n°2. La organizacion de la republica de Chile.
Contenido n°3. La hegemonia liberal: el pensamiento liberal en Chile. La eclosion cultural de la decada de 1840.
Contenido n°4. La expansion de la economia y del territorio: expansión y modernización de la economia chilena desde la independencia hasta la guerra del pacifico.

UNIDAD IV. LA SOCIEDAD FINISECULAR: AUGE Y CRISIS DEL LIBERALISMO

Contenido n° 1. La economía del salitre: la riqueza salitrera dinamiza al conjunto de la economía.
Contenido n° 2. Crisis politica. Contenido n° 3. Las transformaciones culturales: avances en educacion, vida urbana.
Contenido n° 4. La "cuestion social".

UNIDAD V. EL SIGLO XX: LA BUSQUEDA DEL DESARROLLO ECONOMICO Y DE LA JUSTICIA SOCIAL.

Contenido n° 1. El fin de una epoca: fin del parlamentarismo, surgimiento de populismos, gobiernos militares, nuevos partidos políticos, nuevos actores sociales. La crisis económica de 1929 y sus efectos en Chile.
Contenido n° 2. El nuevo rol del estado a partir de la decada de 1920.
Contenido n° 3. Los nuevos proyectos politicos: la reformulación del sistema de partidos a fines de la decada de 1950.
Contenido n° 4. Cambios politicos, sociales, económicos y culturales de chile desde los años 70 a la actualidad.

* Fuente http://www.odisea.ucv.cl

Recursos y materiales didácticos para 3º medio.

UNIDAD I. LA DIVERSIDAD DE CIVILIZACIONES.

Contenido n° 1. Las primeras expresiones culturales de la humanidad.
Contenido n° 2. Mapa cultural mundial.
Contenido n° 3. Proyectos grupales de investigación, en el conocimiento de una civilización no occidental .

UNIDAD II. LA HERENCIA CLÁSICA: GRECIA Y ROMA COMO RAÍCES DE LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL

Contenido n° 1. El legado cultural del mundo clásico . Contenido n° 2. Conceptos políticos fundamentales de la Grecia clásica aún vigentes .
Contenido n° 3. El Estado romano como modelo político y administrativo .

UNIDAD III. LA EUROPA MEDIEVAL Y EL CRISTIANISMO.

Contenido n° 1. La Edad Media y el origen de la idea de "Europa".
Contenido n° 2. El cristianismo en la conformación religiosa y cultural de Europa .
Contenido n° 3. Organización social de Europa medieval .

UNIDAD IV. EL HUMANISMO Y EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO.

Contenido n° 1. El humanismo.
Contenido n° 2. Ruptura de la unidad religiosa: Reforma y Contrarreforma.
Contenido n° 3. La expansión colonial europea. La inserción de América en el mundo occidental .
Contenido n° 4. Los orígenes del capitalismo.

UNIDAD V. LA ERA DE LAS REVOLUCIONES Y LA CONFORMACIÓN DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO.

Contenido n° 1. La Revolución Industrial y la madurez del capitalismo.
Contenido n° 2. La Revolución Francesa como respuesta al absolutismo monárquico y origen de la política moderna . Contenido n° 3. El nuevo imperialismo europeo como consecuencia de la Revolución Industrial.
Contenido n° 4. Europa en crisis: las guerras mundiales, la Revolución Rusa, el comunismo, el fascismo y la Gran Depresión.

Fuente: http://www.odisea.ucv.cl