Análisis. Consecuencias del Proceso Independentista Americano, 1810-1830.

Las principales consecuencias del proceso independentista fueron:

- La abolición de la Inquisición.
- La supresión parcial del tributo indígena.
- Las medidas de abolición de la esclavitud.
- La libertad de comercio con todo el mundo.
- El ingreso de inmigrantes.
- El intento de darle una institucionalidad a los nuevos gobiernos.

Cuando se produce la independencia, inmediatamente se abolió la esclavitud, aún cuando, se mantendrán intactos privilegios casi feudales sobre la posesión de la tierra (nepotismo) y se presenta una estratificación en la organización social, que es casi inalterable en comparación con la que se daba en la Colonia, pues el nivel social seguía dependiendo directamente de la posesión de la tierra.

Otro matiz importante, es la situación económica, en la cual la posesión de la tierra continúa siendo lo más importante. Sin embargo, tras las guerras de independencia – muchas batallas se libraban en los campos-, varias tierras disminuyeron su productividad. En consecuencia, los manejadores de la tierra (un grupo reducido de terratenientes aristócratas), debieron dedicar sus esfuerzos a desempeñar otros sistemas de producción, como el industrial.

No obstante, esto requirió de la apertura de los mercados americanos a las economías capitalistas, principalmente la británica, lo que va a traer un problema más serio que el anterior, puesto que esta gran economía absorberá a las nacientes economías latinoamericanas, poniéndolas bajo su subyugación y dependencia.

Ciertamente, la economía latinoamericana se encontraba en una grave crisis como consecuencia de las guerras de independencia, cuyo financiamiento fue muy difícil de cubrir por la pequeñez del capital existente. Este último hecho, condujo a las naciones latinoamericanas a pedir préstamos a las potencias capitalistas, dando origen así, a la hasta hoy persistente deuda externa latinoamericana.

Otro hecho significativo, que guarda directa relación con la libre circulación del comercio americano al mundo, debido a la apertura de los puertos al tránsito de productos a y desde distintas procedencias, fue el inicio de un proceso creciente de inmigración de personas, especialmente desde Europa hasta los puertos de Buenos Aires, Guayaquil, El Callao, Cartagena, Panamá y Valparaíso.

Otra consecuencia del proceso emancipador, es que al momento de separarse de la metrópolis, los colonos americanos no estaban preparados para organizar el gobierno, porque nunca habían podido acceder a los cargos públicos más importantes.

Por este motivo, se vive un período de ensayos políticos, en los cuales se atraviesa periódicamente entre el sistema republicano y el dictatorial del Director Supremo. En fin, va a producirse un proceso de adaptación política para superar una serie de motines que se dan en estos años, surgiendo la figura del caudillo como prototipo de estadista que gobernará la República en sus primeros años (el caso de Carrera y de O’Higgins en Chile).

De todos modos, los nuevos gobernantes de los países americanos recién independizados, serán casi sin excepción, miembros de la alta clase social, muy influenciados por la Iglesia, y que compartirán su misión de estadistas con la de comandantes en jefe de las fuerzas militares.

Por último, los nuevos estados, conscientes de que había que darles una institucionalidad a sus gobiernos, procedieron a delinear la sociedad a través de las primeras Cartas Fundamentales (Constituciones Políticas), inspiradas especialmente en las constituciones de Cádiz y de Estados Unidos.

Éstas resultaron un verdadero fracaso, puesto que, como eran modelos constitucionales foráneos, no se adecuaron a las condiciones reales existentes en los territorios latinoamericanos, pasando a ser meras utopías políticas.